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Foto del escritorMarie Isabel Pantoja

Cuando estas en la mala


Seguramente has pasado o estás pasando por uno de esos momentos de la vida, en los que pareciera que todo es gris y no se tiene salida. Donde los auto juicios son más afilados que un cuchillo de carnicero.

Llevo varios años acompañando el proceso de desarrollo de otros, sumado al tiempo de escuchar a muchas personas, conocidos y amigos que se acercan para comentarme sus situaciones. Me he visto enfrentada a muchas historias de vida algunas tan dolorosas que te tocan el alma con mucha fuerza.

Sin embargo, hay momentos en los que también he estado en medio de mi propio torbellino. Mi mente parece girar rápidamente recibiendo miles de mensajes negativos sobre mi misma, sobre mi capacidad y sobre lo que he hecho o dejado de hacer. Son momentos en los que preferiría no sentir, pero sí que se siente.

Por eso hoy quiero compartirte algunas conclusiones a las que he llegado, después de esos momentos en los que he mirado el panorama desde el fondo de un pozo.

1. Hay emociones que definitivamente no quisiera sentir, pero existen y están presentes en todos, no solo en mí, no solo en las personas con dinero o en las de escasos recursos, en los letrados o en el analfabeta. Realmente no fueron dadas al ser humano aleatoriamente, fueron dadas a todos, y si están allí créeme que la naturaleza es tan inteligente que tienen una función poderosa.

Sin embargo, hay algunas que son muy incomodas, se te adhieren al pecho y por más que quieras retirarlas más se expanden y más te enredan. Vivir el presente en ese instante es vivir el dolor y eso no gusta, por ello creemos que debemos hacer algo urgente para dejar de sentirlas. O distraernos en algo y ese algo no siempre ayuda: alcohol, sexo, drogas, cargas de trabajo, salidas, etc.

2. Cuando estás dentro del torbellino, no hay ningún análisis, teoría o consejo que se pueda asimilar, aunque lo entiendas, no lo sientes como propio, como aplicable a ti. Es como quedar inmerso, viendo nuestra realidad desde la emoción y desde los pensamientos que la crearon, por eso desde allí difícilmente se resolverá. Permítete que se asienten con el tiempo, no te apures, ni te auto incrimines, si no los ves tan claros.

3. Entender que esto es temporal y que estás viviendo la experiencia de tu pensamiento es útil porque en el fondo conservas la fe, de que en algún momento trascenderá y podrás ponerte otros lentes para interactuar con tu realidad. Tomar algunas acciones que te sean fáciles puede ir cambiando el panorama, por ejemplo: Una conversación pendiente, una decisión necesaria, una llamada, un cambio, conocer a alguien, simplemente cambiarse el peinado, etc. Ayudan a generar movimiento y dinamismo a ese estancamiento.

4. ​En ese momento genera mayor estrés y sufrimiento creer que no eres suficiente, que te estas dejando ganar la batalla y que no eres exitoso, dentro del marco social que define el éxito. Olvídate de ello. Todos pasamos por momentos así. En este viaje humano, realmente hay de todo un poco. Un día nos sentimos maravillosamente bien, armonizados, dichosos. Y otros todo lo contrario. Y esto no tiene nada de malo. Lo malo es tratar de encajar con la presión social de ser perfectos y “exitosos” y que se nos vuelva un hábito estar en la batalla continua. No hemos dejado de ser perfectos por sentir dolor, sufrimiento, angustia, baja autoestima. De hecho eso demuestra que somos perfectamente humanos.

Así que deja que se asiente el barro que revolcó el agua, la claridad que llegará te irá guiando para seguir creando y recreando tu experiencia de vida.

Me gustaría conocer tus comentarios puedes dejarlos aqui o escribir a: mpantoja@dinamiser.net

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