Te habrás dado cuenta que en la vida todo, absolutamente TODO son relaciones. Si te fijas bien, la manera como llevas tu vida es un reflejo de cómo te relacionas con los demás, con el dinero, con la salud, con los negocios, y lo más importante, como te relacionas contigo mismo(a).
Recuerda cómo te has tratado en los últimos días y te sorprenderás de la manera como los resultados que has tenido son un reflejo de ello. Estudios confirman que una forma de predecir la felicidad es cuando tú puedes salir de las emociones negativas muy rápido. Aquellas personas que se quedan rumiando su ira, su tristeza, su soledad, su frustración terminan por alejarse del mundo y por alejar a todos, porque las personas no desean escuchar lamentaciones.
También dicen los estudios que tener una relación duradera, íntima y de apoyo con un mejor amigo, es decir tener cerca a alguien a quien le podamos contar todo, es un buen predictivo de felicidad.
La realidad es que el ser humano, tiene entre otras necesidades la del AMOR, la de la conexión, no sólo el amor pasional, sino también ser tratado con dulzura, amabilidad y respeto. El hecho de sentirnos valorados por otros es una confirmación de nosotros mismos. Y para poder recibir de ese amor pues nada mejor que empezar por nosotros mismos, no se da de lo que no se tiene. Tu compartes de ti lo que llevas dentro, si no te amas difícilmente puedes amar a otros, a eso se le llaman apegos o necesidades, más no el amor sincero.
Entonces por donde podemos empezar:
Empieza por comprender que somos parte de un TODO y el TODO está en cada uno, cuando puedes tener esta perspectiva, ¿cómo te harías daño a ti? o a los otros? si estarías atentando contra la Divinidad contra la esencia propia del Universo.
Conócete a ti mismo, reconoce tus valores, lo que a ti te gusta, tus logros. Y aprende a celebrar y a festejar tu existencia.
Mantén una actitud abierta para aprender del otro. Rebate las ideas pero no a las personas.
Comunícate y busca el entendimiento. Buscar sólo tener la razón te aleja de la creatividad y de la curiosidad por entender el mapa mental de los demás.
Da cumplidos y halagos y también recíbelos con gratitud y honestidad.
Mantente con gratitud frente a la vida.
Perdona a los demás y sobretodo perdónate a ti mismo. Andar con culpas en la vida o culpando a otros nos hace pesados y no nos permite disfrutar de relaciones genuinas.
Este puede ser un buen comienzo… Y ahora sí a disfrutar de relaciones sinceras, abiertas y transparentes, cargadas de valor emocional y respeto.
Por tu éxito y felicidad,
Marie Isabel Pantoja Aguilera
Consultora y Coach de Vida