Trabajar en el área de gestión humana, primero como empleada y ahora como una persona independiente me ha dado la oportunidad de toparme con múltiples situaciones y afortunadamente con diversos tipos de personas en diferentes condiciones.
Y ver desde una panorámica externa la cotidianidad de muchos profesionales en diferentes áreas me recuerda aquellos momentos de estrés infinito y tedio multiplicado por 1000. Hoy en día no concibo dedicar mi tiempo y energía a algo que se aleje de mi verdadera vocación.
Y me resulta realmente apasionante encontrar cada vez más personas interesadas en darle mayor sentido a su quehacer profesional y tomar mayor consciencia de la misión que cumplen al ejercer un rol en una compañía o en su propia empresa. Y es que llegar a ese punto donde converge la pasión, el talento, la felicidad y el contexto es MOTIVACIÓN AL 100%.
Mucho se cuestiona si el talento nace o se hace? En el camino me he encontrado personas que han desarrollado su talento a base de un fuerte trabajo y personas que en la repartición de talentos fueron los primeros. En ambos casos la disciplina siempre ha sido un catalizador determinante.
En el primer caso está acompañado por una convicción básica y casi visceral de cumplir con un anhelo y trazarse un camino para lograrlo, esto implica poner para tal fin los recursos físicos, económicos, conductuales, mentales al servicio de un objetivo. Un gran esfuerzo! Si, así es. Requiere de nuestro esfuerzo y dedicación. Y por supuesto de una autoevaluación constante que nos permita darnos cuenta que vamos por el camino correcto y que esta meta de desarrollo es alcanzable y realista.
En el segundo caso, pareciera que fuera el más fácil, pero el talento por sí solo no es garantía de éxito. El talento innato también requiere de la pasión; sí!, soy muy bueno para algo pero si eso no es lo que me apasiona pues no lo voy a desarrollar. O peor aún si no estoy en el contexto adecuado para desarrollarlo, será como sembrar en tierra infértil.
Y aparece entonces el concepto de misión, esa razón por la cual estoy aquí… Concuerdo con muchos expertos en el tema que finalmente es para ser feliz, le añadiría que ser feliz en un contexto de aprendizaje que pule y fortalece mi ser. Sin embargo, el causante de la felicidad no es el mismo para ti o para mí. Cuando le pregunto a mis clientes en el programa de autoconducción para el éxito, ¿para qué haces esta labor?, sus respuestas generales hablan de una acción que es consecuente de la primera. Es decir yo ejerzo labores comerciales para incrementar las ventas de la empresa. Yo llevo la contabilidad para cuidar el dinero de la empresa. Yo trabajo en gestión humana para que la gente tenga buenas condiciones de trabajo y de desarrollo. Eso está muy bien… pero detrás de esa acción hay algo más…
¿Qué sensación te queda a ti después de haber hecho todo esto?
¿Para qué ayudas a que haya un mayor rendimiento? O para que otra persona se beneficie de un servicio? O para que se cuide el dinero con transparencia?
Y la mente se queda en blanco.
Cuando su mente va más allá y recuerdan ese instante en que gracias a su gestión y conocimiento aportan a la construcción de algo, al desarrollo de otras personas… Llega a la memoria esa gran sensación de satisfacción, logro, plenitud y finalmente felicidad.
Esa es la chispa que puede encender todo el fuego. Porque finalmente el ser humano hará aquello que le deje una recompensa que sea valorada como positiva. Y en realidad lo que buscamos es un bienestar mayor.
Tu compromiso ahora es encontrar cuál es esa chispa que puede encender todo el fuego interior. Toda la combustión que necesitas para dar resolución a los altibajos, para superar las incomodidades, la incertidumbre. Para que cada acción que realizas satisfaga esa necesidad de crecimiento y trascendencia.
Segundo, pregúntate como llego a ese nivel que deseo? El Cómo es una pregunta mágica, a la cual tarde o temprano tu mente dará una respuesta certera y eficaz.
Tercero, plantea un plan de acciones estratégicas, no acciones para ocuparse, sino aquellas que realmente te lleven a tus sueños, paulatinamente. Nada ocurre en un tris tras. Todo tiene un proceso, pero estoy segura que si empiezas hoy mañana estarás mas lejos de lo que estabas ayer.
Y finalmente, alimenta tu mente, tu espíritu y tu cuerpo de lo mejor, de toda aquella energía que sea afín a lo que buscas. Crea la plataforma propicia para mantenerte en pie. Lee, rodéate de personas que te enriquezcan, tomate tiempo para ti, para crecer y desarrollarte.
¿Que si es fácil? Tal vez no, pero si te aseguro que es completamente gratificante!